viernes, 11 de junio de 2010

Es dejarse llevar.

Recuerdo cuando era niña y envidiaba y detestaba en secreto a mi hermana y a Claudia P. porque sabían dibujar muy bien, porque era tan bonito lo que hacían y a mi me salían seres amorfos; recuerdo que sufría mucho por eso, por sentirme poco talentosa al no poder dibujar como ellas.
Hoy me da risa ese hecho, pero si me pongo a observar mis dibujos de niña le ponía tanto esfuerzo que son lindos "a su modo", como yo.
Ahora me regocija poder escribir, nunca he creído que lo haga bien, pero siento que al fin encontré mi manera de fluir, de no desesperar, de poder analizar las cosas de una mejor manera.
Hace poco alguien a quien quiero tantísimoo♥ me dijo algo muy cierto, ahora que no está haré lo que mejor sé hacer, escribir.
Es mi manera de fluir, no encuentro una manera mejor para describirlo.
No puedo salir sin mis diarios de la casa, siempre tengo esa necesidad de volcar algo de lo que vivo, una pequeña parte.
Recuerdo que hace muchos años ya leí en un libro que el papel era más paciente que las personas, no te apura, no te critica, te deja ser; precisamente siento eso, puedo explayarme sin temor a incomodar o a ser indiscreta, puedo expresarme tal cual lo haría en un mundo ideal.
Aveces me pregunto llena de curiosidad ¿quién leerá mis escritos cuando yo sea grande? ¿quién se preocupará por mis diarios, por mis sueños, por mis ideas? quizá leeré este mismo párrafo años más tarde con mis metas cumplidas? ¿o recordaré con nostalgia tantos sueños bobos que aveces cruzan por mi cabeza? ¿tal vez lo lea alguien cercano a mi? ¿alguien que se identifique? o ¿alguien a quién le parezcan absurdos estos escritos?
No lo sé; pero quién seas, bienvenido a bordo y ponte cómodo=)
Debes tomar en cuenta que soy una persona, que como todos tiene cambios de humor, que puede estar feliz, que puede sentirse frustrada, que siente.
¿Quién leerá esto años después?
¿Quién se preocupará por mis ideas y sueños?
Aveces llego a creer que nadie se interesará por eso, pero nunca podré agradecer lo suficiente a Dios por esto, por poder escribir, por poder volcar un poco de mi, por la paz que me da poder contarme a mi misma mis cosas, cuando nadie más parece oír.
Escribir es dejarse llevar, fluir- me dijo un día alguien y es cierto.

Sin sentir.

Es como si me privaran de sentimientos.
Como si de pronto ya no sintiera.
Ni frío, ni calor.
Ni amor, ni vacío.
Ni dolor, ni gozo.
Ni alegría, ni pena.
Como si me pusiera un borrador en el alma y ya no tuviera la capacidad de sufrir.
Quizá es bueno, quizá no;
pero es curioso.
Aprovechemos esta situación.
Esta sensación.
Al mismo tiempo siento la necesidad de vivir.
Vivir sin sentir suena genial ¿Verdad?

martes, 8 de junio de 2010